TRADUCCIÓN DE POESÍA RUSA

7.12.11

MIJAÍL LÉRMONTOV (1814 - 1841)





La tierra y el cielo

¿Cómo no amar más la tierra que el cielo?
    La felicidad del cielo es oscura,
y aunque la terrestre es cien veces más pequeña,
    sabemos cómo es.

Recordamos las ilusiones y las desgracias del pasado,
    la atracción por el misterio hierve en nosotros;
la incertidumbre de la esperanza terrestre nos alarma,
    y nos hace reír la brevedad de la tristeza.

El alma del presente le teme
    a la lejanía oscura que desconoce;
 deseamos probar la gloria del cielo,
    pero nos angustia separarnos de este mundo.

Todo lo que poseemos es más complaciente,
    aunque también buscamos lo otro,
y a la hora de partir vemos con claridad:
    todo se emparentó con el alma.



2 comentarios:

  1. Ojalá esa visión estuviese presente en más gente, y ya no digo en el siglo XIX, que me parece casi increíble, sino también en nuestros días.

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  2. Ser todo alma, pasado, presente y futuro. Qué buena manera de emparentarse.

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