El corazón terrestre se congela otra vez,
En soledad cuido para las personas
un amor no correspondido.
Pero detrás del amor madura la ira,
crecen el odio y el deseo.
En los ojos de los hombres y de las mujeres
veo la marca de su elección y del olvido.
Que me griten: ¡Olvídate de esto, poeta!
¡Vuelve a tu comodidad preciada!
¡No! ¡Prefiero morir en este frío cruel!
No existe la comodidad. La tranquilidad no existe.
que griten...
ResponderEliminarNo existe la tranquilidad cuando el alma bulle y la sangre corre.
ResponderEliminarme gusta tu blog.
Guapa, si que me ha llegado el archivo! Faltan aún unas semanas, pero te daré feedback, y notarás el movimiento en los blogs!
ResponderEliminarUn besazo!
Gracias, los abrazo.
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