- ¿Darte mi amor?
- ¡Dámelo!
- Está embarrado...
- ¡Aun así!
- Quiero jugar a las adivininzas...
- Adiviná...
- Quiero preguntarte...
- ¡Preguntá!
- Supongamos que tocaré tu puerta...
- ¡Dejaré entrar!
- Supongamos que te llame...
- ¡Iré!
- ¿Y si allá te espera la desgracia?
- ¡Que sea en la desgracia!
- ¿Y si te engaño?
- ¡Perdonaré!
- ¿Y si ordeno que cantes?
- ¡Cantaré!
- ¿Que cierres la puerta ante un amigo?...
- ¡La cerraré!
- Y si te digo: ¡matá!
- ¡Mataré!
- Y si te digo: ¡morite!
- ¡Moriré!
- ¿Y si me ahogo?
- ¡Te salvaré!
- ¿Y si duele?
- ¡Soportaré!
- ¿Y si de pronto aparece una pared?
- ¡La derribaré!
- ¿Y si es un nudo?
- ¡Lo cortaré!
- ¿Y si hay cien nudos?
- ¡Que sean cien!
- ¿Entregarte mi amor?
- ¡Amor!
- ¡No sucederá!
- ¿Por qué?
- No amo a los esclavos.
Buenísimo.
ResponderEliminar¡Gracias por compartirlo!
Un abrazo, Agnes.