EL PÁJARO CIEGO
Soy un pájaro, ciego de nacimiento,
vuelo bajo el cielo abierto,
la tristeza en los ojos se asentó como polvo.
Pero veo: como la luna se quiebra en trozos,
en la melancolía plana del agua,
oigo: las afluencias y el derrame de los amaneceres,
y los frutos del resplandor lejano,
y los ojos atigrados de los relámpagos cercanos,
y cómo se separa el día de la noche,
y cómo los pedacitos de las nubes
aspiran a conservar el sol poniente,
y cómo se turba la tarde sin fondo.
Yo sé:
cómo la lluvia nocturna juzgará el calor del mediodía,
cómo enfurece el viento salvaje,
extinguiéndose y encendiéndose de nuevo,
y cómo la hoja, jinete verde
sabe montar este viento.
¿Qué ven ustedes a través de su cordial espejo?
El mundo es un espejo, en él, solo pasó rápidamente
la sombra del imponderable pájaro grisáceo,
pájaro, ciego de nacimiento,
de la extraña barnizada apariencia del mundo.
Por eso - yo elijo:
mi vuelo solitario,
mi altura, mi voluntad,
mi grito, la fiesta, la sinrazón,
¡mi mejor canción no fue cantada!
De nuevo un falso mezzosoprano…
Excelente poema que da la medida del desahucio del hombre en una vida en la cual la mejor canción aún no ha sido cantada. Este poema me llevó a la noticia de hoy de la muerte del poeta Rogelio Treviño Montijo y ese sentido de la palabra en un tiempo sordo. Me llevó a León Felipe y me llevó a Whitman. Qué más pedirle a un poema!!
ResponderEliminarGracias, entonces llevatelo. Que viaje.
ResponderEliminarN