TRADUCCIÓN DE POESÍA RUSA

28.8.11

M. TSVETÁIEVA




























LA VERDAD

             Vitam impendere vero.

El mundo fatigado suspira por confusión,
la tarde rosada vierte olvidos...
No nos separaron las personas sino las sombras,
¡mi niño, mi corazón!

Las paredes se levantan vestidas de niebla,
el sol sin fuerzas dejó caer una lanza...
En el mundo de la noche tengo frío.
¿Dónde estás, mi niño, mi corazón?

No oyes. Se aproximan las paredes,
todo se apaga, todo se une...
No hubo, no habrá reemplazo,
¡mi niño, mi corazón!
.
.
.

2 comentarios:

  1. Magnífico poema. Me gusta especialmente la metáfora claustrofóbica del verso noveno.

    Un saludo ;)

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  2. Me gustó esta poesía. "No oyes, se aproximan las paredes" qué figura sugerente.

    Te agrego a mi lista de blogs para no perdete.

    Un beso

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