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A los 17 años, el día de su cumpleaños, Marina Tsvietáieva escribe: “la Oración”
¡Cristo y Dios! Ansío el milagro
¡ahora, ahora mismo, al principio del día!
Oh, dejame morir, porque
la vida es como un libro para mí.
Sos sabio y no serás severo al decir
"Resistí, aun no se cumplió el plazo".
¡Me diste demasiado!
¡Ansío en seguida todos los caminos!
................................
Amo la cruz, la seda y el casco,
mi alma es el instante de las huellas...
Me diste una infancia mejor que en los cuentos
¡Dame la muerte a los diecisiete años!
(1909)
Un año antes de escribir “la Oración”, Tsvietáeva confesaba en una carta que quería morir joven, pero, por otro lado, "la Oración" era la promesa secreta de vivir y crear. "¡Ansío en seguida - todos los caminos!"
Numerosos poemas del “Álbum vespertino" (su primer libro) están dedicados a la madre muerta:
"¡Se ve que la melancolía, es lo que dejaste como herencia, oh mamá, a tus niñas".
En su joven escritura ya se vislumbraba el presagio de la tormenta:
Es bueno ser hermoso, rápido
y con las hogueras burlarse de la oscuridad,
admirar las chispas enloquecidas,
¡y como las chispas, en el vuelo arder!
1908
(15 años de edad)
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A los 17 años, el día de su cumpleaños, Marina Tsvietáieva escribe: “la Oración”
¡Cristo y Dios! Ansío el milagro
¡ahora, ahora mismo, al principio del día!
Oh, dejame morir, porque
la vida es como un libro para mí.
Sos sabio y no serás severo al decir
"Resistí, aun no se cumplió el plazo".
¡Me diste demasiado!
¡Ansío en seguida todos los caminos!
................................
Amo la cruz, la seda y el casco,
mi alma es el instante de las huellas...
Me diste una infancia mejor que en los cuentos
¡Dame la muerte a los diecisiete años!
(1909)
Un año antes de escribir “la Oración”, Tsvietáeva confesaba en una carta que quería morir joven, pero, por otro lado, "la Oración" era la promesa secreta de vivir y crear. "¡Ansío en seguida - todos los caminos!"
Numerosos poemas del “Álbum vespertino" (su primer libro) están dedicados a la madre muerta:
"¡Se ve que la melancolía, es lo que dejaste como herencia, oh mamá, a tus niñas".
En su joven escritura ya se vislumbraba el presagio de la tormenta:
Es bueno ser hermoso, rápido
y con las hogueras burlarse de la oscuridad,
admirar las chispas enloquecidas,
¡y como las chispas, en el vuelo arder!
1908
(15 años de edad)
Estupenda entrada.
ResponderEliminar-ARDER EN VUELO-
Saludos
zarpadisimo...
ResponderEliminarque bueno que pase por aca
http://iletrabilidadletrada.blogspot.com/2010/12/marina-tsvetaeva-en-preguntale-al-senor.html
ResponderEliminar¡Qué flipada me dejas Nati, una vez más, gracias!
marina, tan dura fue la vida y ella viviendo en sus palabras.
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