¡No ser amado! ¡Dios mío!
¡Qué felicidad es ser un infeliz!
Caminar bajo la lluviecita a casa
con el rostro enrojecido y ausente.
Qué tortura el paraíso
de estar sentado con el labio mordido,
morir diez veces al día
y hablar consigo mismo.
¡Qué vida, volverse loco
y como una sombra andar por la habitación!
La alegría de aguardar una carta
durante meses, y que no llegue.
Quién dijo que el mundo se rinde a nuestros pies,
envuelto en lágrimas y conforme?
Es indiferente y cruel,
de verdad, hermoso.
¿Qué haré con mi dolor?
Dormir. Que la noche cubra mi cabeza.
Si no estuviera feliz con él,
dejaría de amarlo.
Qué texto tan bonito, y cuánta verdad hay detrás. Donde duele inspira.
ResponderEliminarcomo cansarse de leer poesía rusa? es imposible. Siempre que leo a un poeta ruso en tus traducciones creo que están en algún ámbito más verdadero, "cerca del corazón salvaje".
ResponderEliminargracias como siempre