En una pequeña tierra
vivía un hombrecito.
Tenía un trabajo pequeño.
Un maletín muy pequeño.
Y recibía un salario pequeño...
Un día
— una hermosa mañana—
tocaron su puerta.
Parece
que se trataba
de una pequeña guerra...
Le dieron una pequeña ametralladora.
Le entregaron unas pequeñas botas.
un pequeño casco,
y, acorde a su tamaño,
un pequeño
capote.
Cuando cayó,
mal, de una manera fea,
con la boca torcida por el grito de ataque,
el mármol de toda la tierra
no fue suficiente
para hacer una figura a su medida.
1969
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