Y como antes
ellos sonreían,
embelesados por
el humo inconstante.
Y como antes
ellos se equivocaban,
sonriéndole a los
errores.
Y como antes
ellos incansables
se entregaban a
la ola inesperada.
Pero de una
manera nueva, triste y extraña
por las tardes se quedaban en silencio.
El silencio de toda una vida q se condensa en minutos eternos. Adioses postreros de amores cenizas q fueron fuego
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