La naturaleza es eterna como las estrellas,
firme como el tronco de los álamos,
es humana, maternal,
y yo soy su hijo pródigo:
el ruido de las ramas, las plumas de los pájaros
y el olor del musgo viejo.
Todo esto es solo el umbral
para los poemas no escritos.
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Me gusta.
ResponderEliminarTodo eso habría de ser la voz del poema, de uno hermoso como este...Abrazo
ResponderEliminarQué hermoso tu blog! Genia, muchas gracias por compartir las traducciones. Un abrazo de México.
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