Qué difícil es andar entre la gente
simulando no haber muerto,
y del juego trágico de las pasiones
hablar a los que no vivieron todavía.
¡Y observando la pesadilla nocturna encontrar
orden en el remolino confuso de los sentimientos,
para que, siguiendo el resplandor pálido del arte,
conozcan el fuego de la fatal existencia!
Tal vez la dificultad resida en discernir la verdadera voz de entre todas las que pueblan la conciencia, la propia, la que no daña.
ResponderEliminar(Y pocas metáforas hay tan certeras como el fuego para la pasión)
fuego de la fatal existencia, en esta lenta y larga marcha de caminantes sobre el fuego. Felicitaciones muy buenos textos. Carlos Martian
ResponderEliminarQué versos tan poderosos. Podrías decirnos el nombre de la pieza, por favor. Saludos. Estupendísimo blog.
ResponderEliminarFigura sin nombre.
ResponderEliminarGracias, abrazos.