OTOÑO
a R. V. Ivanov
Silencioso, en la espesura del enebro, en la pendiente,
el otoño, yegua rojiza, rasca las crines.
Sobre el manto fluvial de las orillas
se oye el resonar azul de sus herraduras.
El viento asceta con su cauteloso paso
aplasta las hojas en las salientes del camino.
Y en el arbusto de serval besa
las llagas rojas del Cristo invisible.
.
.
para mí "otoño" siempre fue blanco, pero este otoño rojo es precioso
ResponderEliminarmistico..
ResponderEliminarBesos mil.
Este poema me impresionó por su especial reflejo de la naturaleza. Yo quitaría el guión en "el viento asceta", no es necesario para la belleza -y corrección gramatical- de esa expresión que con su pura mención consigue esa aposición. Excelente. Gracias
ResponderEliminarCarlos, me gusta tu propuesta.
ResponderEliminarVeamos...
Cariños,
Natalia