Al anochecer entré donde ella dormía.
La luna brillaba en su ventana,
y en la manta resplandecía el raso caído.
Tendida de espalda,
sus divididos y desnudos pechos,
y silenciosa, como el agua en el vaso,
su vida en el sueño.
Es preciso y sugerente como un haiku, pero inquietante. Esa presencia furtiva tensa el poema y abre un interrogante que incomoda. P.D.: qué bueno sería para los que amamos la lengua rusa poder contar con el original al lado de la traducción. un saludo.
Una descripciòn de una situación tan bella en tan pocas palabras... y tan perfecta.
ResponderEliminarUn beso Natalia, esto me encanto.
Facu.
Qué hermoso cielo Natalia..
ResponderEliminarEs preciso y sugerente como un haiku, pero inquietante. Esa presencia furtiva tensa el poema y abre un interrogante que incomoda.
ResponderEliminarP.D.: qué bueno sería para los que amamos la lengua rusa poder contar con el original al lado de la traducción.
un saludo.