...................
a O. Mandelstam
a O. Mandelstam
El espejo se rompió en pedazos
de plata, y en el — la mirada.
Cisnes míos, cisnes,
¡hoy regresan a casa!
Desde el cielo nublado cayó una pluma
directamente en mi pecho.
Hoy derramé plata fina
en los sueños.
Grito de plata — la llamada.
¡Y plateado es mi cantar!
¡Pichón! ¡Mi protegido!
¿Te hace bien volar?
Iré sin avisar,
ni a mi madre, ni a los cercanos.
Iré a la iglesia,
rezaré a los santos
por el cisne joven.
1 de marzo 1916
.
Me encanta este blog ;)
ResponderEliminar