Sí, sí. Gracias. Me estoy preparando.
Sí, sí. Entiendo. No hace falta
que me acompañe. Sí, no me voy a perder.
Ah, qué es lo que dice – un largo viaje.
Cualquier próxima parada.
Ah, no, no se preocupe. De alguna manera.
Cualquier próxima parada.
Ah, no, no se preocupe. De alguna manera.
Voy ligero. Sin equipaje.
Sí, sí. Es hora de salir. Gracias.
Sí, sí. Ya es hora. Y todos lo entienden.
Los árboles levantan sobre la patria
el triste amanecer del invierno.
Todo terminó. No discutiré.
Todo terminó. No discutiré.
Juntaré las manos - y adiós.
Ya no estoy enfermo. Hay que partir.
Sí, sí. Agradezco la despedida.
Taxi, llévame por toda la patria
como si no recordara la dirección.
Llévame hacía los campos silenciosos,
yo, sabes, dejo mi tierra.
yo, sabes, dejo mi tierra.
Como si no recordara la dirección:
me pegaré a la ventanilla empañada,
y sobre el río, que amé,
lloraré y le gritaré al barquero.
(Todo terminó. Ahora no tengo prisa.
Regresa tranquilo, por Dios.
Voy a mirar el cielo y a respirar
el viento frío del otro lado.)
Y bien, este es el viaje tan esperado.
Regresa, no te sientas triste.
Cuando pises la entrada a la patria,
Cuando pises la entrada a la patria,
yo tocaré la abismal orilla.
.
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очень хорошо
ResponderEliminarpon que la traducción es tuya, natalia
ResponderEliminarGracias Jorge, abrazos, lo agregaré en el blog.
ResponderEliminaren tu signo, aunque sea frívolo decirlo, hay grandes poetas y escritores: muchos surrealistas, Borges y Bioy...un montón de ellos que me gustan y no viene al caso citar ahora.
ResponderEliminarHace poco tiempo creyeron que una foto de Brodsky era la mía...coincidencias, no se si poesía.
Oh, los virginianos...
ResponderEliminarNatalia, ese que sale acostado en el banco, no es por casualidad Gregory Corso. Me imagino que no es, pero por lo menos en este blog, fuera lindo si lo fuera.
ResponderEliminarNo querido Frank, no es.
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