¡ESCUCHEN!
¡Escuchen!
Si encienden las estrellas,
¿significa que alguien lo necesita?
¿Significa que alguien desea que existan?
¿Significa que alguien llama perlas a estos diminutos escupitajos?
Luchando
en la ventisca de polvo del mediodía,
irrumpe donde está dios,
teme haber llegado tarde,
llora,
besa su mano nudosa,
implora
¡para que necesariamente haya una estrella!
Jura
¡no poder soportar la tortura de vivir sin estrellas!
Y después
camina alarmado
aunque aparenta calma.
Le dice a alguien:
"¿Ahora te sientes bien?
¿¡No es cierto!?
¡Escuchen!
Si encienden
las estrellas,
¿significa que alguien lo necesita?
¿¡Significa que es indispensable,
que cada tarde
sobre los tejados
brille al menos una estrella?!
1914
Traductora, las gracias por ahí ya son reiteradas para vos después de tantos lectores. Te envío al menos una taza de azúcar o una de caras gustosas por saborear Maiakovsky.
ResponderEliminarHasta luego.
Que lindoooo!!
ResponderEliminar:D
Gracias por las tazas.
ResponderEliminarAbrazos,
Las estrellas sí brillan en este poema, eso sin duda.
ResponderEliminarHola Natalia,
ResponderEliminarLlegue hasta aqui de casualidad, como a tantos otros lados, viendo quien era y que blogs seguia un tal Abraham, que me sorprendio hoy con un buen comentario sobre una entrada en mi propio blog.
Haciendo un poco lo que explique en uno de mis primeros posts (http://discursobravo.blogspot.com/2011/10/la-vuelta-al-mundo.html) llegue desde su perfil hasta aqui. El dia esta pago.
Cuando uno cree que hace poesia, aparece un blog como este, y queda clara la diferencia entre POESIA y garabatos. ¡Que pequeño me siento!.
Si te pica la curiosidad, Abraham dejo su comentario aqui: http://discursobravo.blogspot.com/2012/01/elogio-de-la-critica.html
Gracias por lo tuyo.
De lo pequeño también emana la grandeza.
ResponderEliminarGracias por tu lectura y por seguir las casualidades como huellas.
N.